sábado, 13 de diciembre de 2014

Julio Cortázar — “La Lenta Máquina del Desamor”

La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor.

https://www.facebook.com/PuertoLibre
http://twitter.com/PuertoLibre1
http://puertolibre1.blogspot.com.ar/

viernes, 12 de diciembre de 2014

Oliverio Girondo — “No Soy Quien Escucha...”

No soy quien escucha
ese trote llovido que atraviesa mis venas.

No soy quien se pasa la lengua entre los labios,
al sentir que la boca se me llena de arena.

No soy quien espera,
enredado en mis nervios,
que las horas me acerquen el alivio del sueño,
ni el que está con mis manos, de yeso enloquecido,
mirando, entre mis huesos, las áridas paredes.

No soy yo quien escribe estas palabras huérfanas.

https://www.facebook.com/PuertoLibre
http://twitter.com/PuertoLibre1
http://puertolibre1.blogspot.com.ar/


jueves, 11 de diciembre de 2014

''Uno'' • Tango 1943

Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Santos Discépolo

Uno, busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha, pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender:
que uno se ha quedao sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!

Si yo tuviera el corazón...
(¡El corazón que di!...)
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos
que me gritan tu cariño
los cerrara con mis besos...
Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.
Si yo tuviera el corazón...
(¡El mismo que perdí!...)
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y... pudiera amarte..
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...

Pero, Dios, te trajo a mi destino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte...
Déjame que llore
como aquel que sufre en vida
la tortura de llorar su propia muerte...
Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor...
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar....
Pero un frío cruel
que es peor que el odio
-punto muerto de las almas-
tumba horrenda de mi amor,
¡maldijo para siempre y me robó...
toda ilusión!…

https://www.facebook.com/PuertoLibre
http://twitter.com/PuertoLibre1
http://puertolibre1.blogspot.com.ar/

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Recordando a Emily DICKINSON en el aniversario de su nacimiento:

Emily Dickinson — “Que Yo Siempre Amé…”/“That I did always love”

Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví —bastante—

que yo amaré siempre—
te lo discutiré
que amor es vida—
y vida inmortalidad—

esto —si lo dudas— querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario.

(Versión de Silvina Ocampo)

∞ ∞ ∞
Poema original en inglés:

Emily Dickinson — “That I did always love” (549)

That I did always love
I bring thee Proof
That till I loved
I never lived —Enough—

That I shall love alway—
I argue thee
That love is life—
And life hath Immortality—

This—dost thou doubt—Sweet—
Then have I
Nothing to show
But Calvary—


https://www.facebook.com/PuertoLibre
http://twitter.com/PuertoLibre1
http://puertolibre1.blogspot.com.ar/

martes, 9 de diciembre de 2014

Gioconda BELLI, en el aniversario de su nacimiento:

Gioconda Belli ― “No Me Arrepiento De Nada” /Je ne regrette rien

 No me arrepiento de nada
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;

las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.

Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.

Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

∞ ∞ ∞

Gioconda Belli ― “Je Ne Regrette Rien”

Du point de vue de cette femme que je suis,

Parfois je contemple

Les femmes que j’aurais pu être,

Ces femmes exquises,

Laborieuse, bonnes épouses,

Ce modèle de vertu,

Que ma mère aurait aimé que je sois.



 Je ne sais pas pourquoi

J’ai passé ma vie entière à me rebeller contre elles.

Je hais leurs menaces dans mon corps.

La culpabilité que leurs vies impeccables,

Par un étrange maléfice,

M’inspirent.

Je renie de leurs bonnes manières ;

Des pleurs en cachètent de leurs époux

De la pudeur de leur nudité

Sous leur bien repassés et amidonnés

Dessous.



Ces femmes, néanmoins,

Me regardent de l’intérieur des miroirs

Et lèvent leur doigt accusateur

Et, parfois, je cède à leur regard de reproche

Et je veux mériter l’acceptation universelle,

Etre la « gentille fille », la « femme décente »

La Gioconda irréprochable.

Obtenir un dix en bonne conduite, au  parti, l’état, les amitiés, l

Ma famille, mes enfants et touts les autres êtres

Qui peuplent en abondance notre monde.



Dans cette contradiction inévitable

Entre ce qui aurait dû être et ce qui est,

J’ai livré de nombreuses batailles à mort,

Batailles à coups de dents entre elles et moi

- elles m’habitant, et voulant être moi -

En transgressant les commandements maternels,

Je déchire douloureusement et par à-coups

Ces femmes internes qui, depuis l’enfance,

M’arrachent les yeux parce que je ne rentre pas dans les moules parfaits de leurs rêves,

Parce que j’ose être cette folle, faible, tendre, et vulnérable,

Que tombe amoureuse comme une âme en peine

Des causes justes, des hommes beaux et des mots enjoués



Parce que, une fois adulte, j’ai osé vivre l’enfance interdite,

Et j’ai fait l’amour sur les écritoires- aux heures de bureau-

Et j’ai cassé des liens inviolables

Et j’ai ose jouir

du corps sain et sinueux

dont les gênes dont tous mes ancêtres mon dotée.

C’est la faute à personne. Je les remercie plutôt de ces dons.

Je ne regrette rien, comme dirait Edith Piaf.



Mais dans les puits obscurs ou je m’enfonce,

Quand, au matin, des que j’ouvre les yeux, je sens les larmes arriver,

Je vois ces autres femmes qui attendent dans l’entrée

Brandissant la condamnation de mon bonheur.

D’imperturbables gentilles filles m’entourent

Et dansent leurs chansons enfantines à mon encontre,

Contre cette femme,

Accomplie,

Épanouie.

Cette femme aux seins opulents et hanches généreuses

Que a la fois pour, et contre ma mère , j’aime à être.

https://www.facebook.com/PuertoLibre
http://twitter.com/PuertoLibre1
http://puertolibre1.blogspot.com.ar/
Federico García Lorca  ― “Espigas”

El trigal se ha entregado a la muerte.
Ya las hoces cortan las espigas.
Cabecean los chopos hablando
Con el alma sutil de la brisa.

El trigal sólo quiere silencio.
Se cuajó con el sol, y suspira
Por el amplio elemento en que moran
Los ensueños despiertos.
El día,
Ya maduro de luz y sonido,
Por los montes azules declina.

¿Qué misterioso pensamiento
Conmueve a las espigas?
¿Qué ritmo de tristeza soñadora
Los trigales agita?…

¡Parecen las espigas viejos pájaros
Que no pueden volar!
Son cabecitas
Que tienen el cerebro de oro puro
Y expresiones tranquilas.

Todas piensan lo mismo,
Todas llevan
Un secreto profundo que meditan.
Arrancan a la tierra su oro vivo
Y, cual dulces abejas del sol, liban
El rayo abrasador con que se visten
Para formar el alma de la harina.

¡Oh, qué alegre tristeza me causáis,
Dulcísimas espigas!
Venís de las edades más profundas,
Cantasteis en la Biblia,
Y tocáis cuando os rozan los silencios
Un concierto de liras.

Brotáis para alimento de los hombres.
¡Pero mirad las blancas margaritas
Y los lirios que nacen porque sí!
¡Momias de oro sobre las campiñas!
La flor silvestre nace para el Sueño
Y vosotras nacéis para la vida.

https://www.facebook.com/PuertoLibre
http://twitter.com/PuertoLibre1
http://puertolibre1.blogspot.com.ar/